Ediciones

Publicado por Fredo jueves, 30 de abril de 2009


La popularidad de esta novela empezó a gestarse desde la primera edición de Sudamericana de Buenos Aires (junio de 1967), que constaba de ocho mil ejemplares y se agotó en la primera semana, gracias —simple y llanamente— a los comentarios que corrían de boca en boca. Porque el otro asunto digno de tener en cuenta es que son pocas las novelas del siglo XX que constituyen un fenómeno de expansión como el que disfruta esta novela: en los primeros veinte años, Sudamericana llevó a cabo cincuenta ediciones. A lo anterior hay que añadir que estaban de por medio las ediciones de editoriales españolas, mexicanas y colombianas, las ediciones de los clubes, las institucionales y aquellas pertenecientes a las colecciones especiales.

Y si bien el viajero puede estar seguro de que en cualquier librería del mundo hispano encontrará un ejemplar en español de Cien años de soledad, tampoco puede sorprenderse de que lo mismo le ocurra con la traducción, no en París, Londres, Berlín, Lisboa o Roma, lo cual a estas alturas es apenas elemental, sino en Budapest, Jerusalén, La Haya, Copenhague, Riga, Reikiavik, Nueva Delhi o Tokio. Esta novela está traducida a más de 34 idiomas en donde figuran, además de los más extendidos, otros idiomas: el lituano, el esloveno, el serbio, el malayalam, el croata y el bosnio. Los dos últimos en entrar a formar parte de esta lista que crece todos los días, han sido el letón y uno extendido por la India, el hindi (descendiente del sánscrito, aquel en el que Melquíades escribió la versión original de Cien años de soledad). En los tres años siguientes a la concesión del Premio Nobel, las ediciones en holandés, por ejemplo, se multiplicaron, hasta tal punto que en 1982 se conseguía en las librerías la novena y cinco años después la última edición era la duodécima o decimotercera. En los círculos editoriales se calcula que de Cien años de soledad se han vendido más de 30 millones de ejemplares.

0 comentarios

Publicar un comentario



"Por fortuna, Macondo no es un lugar sino un estado de ánimo que le permite a uno ver lo que quiere ver, y verlo como quiere"

Cafe Macondo México DF